martes, 12 de abril de 2011

LA REALIDAD DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO PESQUERO

Vista Panorámica Huarmey-Culebras
Es indudable el crecimiento económico peruano, por encima del promedio latinoamericano a través de una conveniente disciplina fiscal, que además ha permitido una inflación reducida pero, imperceptible para la mayoría de los peruanos, carentes de trabajo y condiciones laborales justas y humanas. El avance del país solo ha beneficiado a grupos privilegiados de empresarios, por la actitud interesada de los responsables Ministeriales, por su incapacidad, o por el carácter timorato y temeroso de estas autoridades. Un ejemplo evidente es el sector pesquero, el cual no cuenta con un Ministerio a pesar de su importancia y de representar una región marítima de 200 millas, el cual adscrito al Ministerio de la Producción, ha visto desfilar cuatro Ministros desconocedores de la actividad pesquera; intolerantes como el señor Rafael Rey, inertes como la señoras Conterno y Araoz, y faltos de personalidad como el señor Villasante, siempre presto a recibir ordenes, pero no a refutar o proponer con solvencia y ecuanimidad.

Con un Sistema de Cuotas Individuales de Pesca, que ha permitido el desmesurado crecimiento de la llamada “pesca negra” (3 millones de toneladas de pescado: unas 600 mil toneladas de harina, y por lo menos 200 mil toneladas de aceite, todo con un valor aproximado de más de Mil millones de dólares americanos), la cual no se declara, evadiendo los impuestos de Ley; con una pesca artesanal en quiebra que nos obliga a importar pescado de consumo de Chile y Ecuador; con muelles artesanales antihigiénicos y carentes de seguridad, debiendo haber sido transferidos a las Regiones, o ser entregados en concesión para potenciarlos; con una Institución como el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), conducidas por intereses particulares y no para preservar nuestros recursos pesqueros; con un Instituto Tecnológico Pesquero (ITP), al servicio de la ilegalidad, y contra los pequeños y medianos empresarios. El Sector Pesquero también ha estado siempre plagado de corrupción, que a pesar de la prohibición de la Ley de Pesca, ha permitido desde los inicios de los años 90 el incremento desde 400 embarcaciones industriales a más de 1,200 actualmente; de 64 fábricas harineras hasta más de 130 en beneficio de quienes conforman el monopolio de los grandes productores harineros.
Países como Japón y Chile, productores de harina, la utilizan para su desarrollo interno, propiciando la caída de la oferta mundial considerablemente, lo que ha ocasionado el ascenso espectacular del precio de la tonelada de harina de 300 dólares a 1,800 dólares, y el aceite de pescado a más de 800 dólares por tonelada, para un crecimiento de captación de divisas cercanas a los 2,500 millones de dólares anuales. Sin embargo la situación de los pescadores ha sido tremendamente afectada, pues al despido de miles de pescadores y trabajadores de fábrica, el porcentaje de 22.4% que por convenios les corresponde por tonelada de pescado extraídas del mar, actualmente el pescador solo recibe cantidades insultantes de S/. 2.50 por tonelada; sin los pagos puntuales y justos a la Caja de Beneficios Sociales del Pescador, propiciando su quiebra, y sin el seguro justo por el riesgo de laborar en embarcaciones inestables que ya han ocasionado hundimientos y muertes de cientos de pescadores.

El Sector Pesquero es pues un ejemplo de crecimiento económico sin mayores beneficios para sus pescadores y trabajadores de la fábrica. No es pues, el cuestionamiento a la política de libre competencia, sino a las injusticias que las autoridades Ministeriales apoyan con su ignorancia, incapacidad, y sometimiento a intereses particulares, y compromisos de mal entendida amistad partidaria, pues el nombramiento de conocidos, inoperantes y cuestionados funcionarios, no propician un ambiente honesto y justo en la administración del sector pesquero.

El empobrecimiento de los puertos, donde precisamente se originan las riquezas, la falta de empleo, el crecimiento de la delincuencia, el dramático hambre y desnutrición, significan grandes taras, para un pueblo que se esfuerza y hasta expone su vida por extraer el recurso marino, que debía alimentarlo, pero que finalmente solo es quemado y convertido en alimento de animales, ante la triste realidad de que los recursos pesqueros como la Anchoveta, Jurel, Caballa, etc. terminan siendo propiedad de unos pocos comerciantes llamados grandes empresarios pesqueros.


viernes, 8 de abril de 2011

LA ANCHOVETA

La anchoveta peruana (engraulis ringens)
La Anchoveta, cuyo nombre científico es Engraulis ringens, como lo señaló el estudioso Jenyns en 1842 es la especie más abundante de todos los mares del mundo, afincada en nuestras costas como consecuencia de una gran corriente oceánica fría, de sur a norte, que transporta también innumerables y diminutos animales y plantas que las Anchovetas devoran ansiosamente.
Siendo una especie distinta, la Anchoveta pertenece al mismo género que la Anchoa común o Boquerón del Atlántico Oriental y del Mediterráneo. Tiene un cuerpo alargado y poco comprimido, con un hocico que se proyecta y una amplia boca. Su color varía de azul oscuro a verdoso en el dorso, es plateado en el vientre y la cola es negra. Al alcanzar los 12 centímetros, las Anchovetas hembras, puede producir unos 10 mil huevos para su reproducción, y al alcanzar mayores tamaños, puedes desovar más de 20 mil huevos. El desove principal se produce alrededor de los meses de Agosto y Setiembre, y se repite a menor escala entre Enero y Febrero. El desarrollo del embrión dura aproximadamente 50 horas a temperaturas que van de 14.9º C a 16.9º C. Realizándose en 3 fases : 24 horas la primera, 10 horas la segunda, y la tercera de 14 a 18 horas.
La Anchoveta tiene organismos filtradores, que significan órganos especializados, que cuentan con un mecanismo para filtrar partículas mucho más pequeñas que ella misma.
La Corriente Oceánica fría que transcurre de sur a norte, y que propicia la presencia de la Anchoveta, también recibe el nombre de Corriente de Humboldt, en recuerdo del naturalista alemán que lo describió en 1803.
Los bancos de Anchovetas ante su tendencia por las frías aguas de las Corrientes Costeras, permanece dentro de una zona relativamente restringida, cerca de la superficie y de las Costas. Es entonces que los peces más grandes, como calamares y pota, se alimentan con voracidad, tan igual como las aves productoras de guano, quienes no necesitan bucear a mayores profundidades. Pero quien representa el mayor depredador, muchas veces sin control alguno, es el hombre.
También ante el aumento de temperatura y disminución de la salinidad, por cualquier fenómeno natural, se generaría un mundo más pobre, y propiciaría que la Anchoveta se disperse, muriendo muchas veces en forma prematura, y evitando el nacimiento de nuevas generaciones.
La divulgación de conocimientos profundos sobre nuestro mar y los peces que la moran, pretende enterar a todos los pueblos sobre la maravillosa vida oceánica, y nuestra responsabilidad de entenderla, difundirla y preservarla.

LOS INICIOS DE LA PESCA EN LA ANTIGÜEDAD

Naylamp

 Los vestigios de presencia humana en la Sierra, se remontan hasta hace veinte mil años, luego de los cuales, los hombres habrían empezado a bajar a la costa periódicamente, para establecerse en las lomas como Lachay y Acari, donde la  humedad y la neblina favorecían la vegetación, y donde la caza era propicia. Terminado el invierno, el hombre retornaba a las alturas, a subsistir de la caza andina y del reverdor de las tierras por las lluvias del verano. Pero atraídos por la necesidad, el espíritu aventurero y el hechizo, se acercaron al mar hace aproximadamente diez mil años, experimentando la conmovedora  experiencia de descubrir la fortuna de una abundante y variada vida marina  en las aguas límpidas y azules de nuestro océano.

El primer contacto del hombre con el mar, se limitó sólo a la recolección de mariscos, pero luego ante la creciente población  y la escasez de los productos agrícolas , se empieza  la captura de aves como el pelícano, la gaviota, y la caza de lobos.

La  perturbación del clima y consecuente reducción de la vegetación, aproximó con mayor apremio al hombre a orillas del mar, y en lugares como Ancón, Paracas y Nazca, se inició el periodo de aprendizaje de la pesca desde la playa con anzuelos, hechos primero de espinas de árboles, luego de espinas de pescado, hasta de huesos de especies marinas  de gran tamaño. El hombre antiguo peruano derrochó ingenio y gran habilidad, al confeccionar la red, con diversas fibras vegetales hace unos cinco mil años, cuando no era aún  conocido el algodón, el cual, quinientos años después determinaría una época cultural y tecnológica importantísima para la ciencia de la Pre-historia.

 En cráneos de los zambullidores o buzos,  encontrados en las tumbas de Paracas, demuestran oestomas en los oídos, una enfermedad conocida que producen los cambios de presión, y que nos enseña otra forma de pesca. El hombre inicia el auge de la red, sin embarcación y desde la playa, con apoyo de los zambullidores, y empleando como flotadores las calabazas. Las redes de pesca más antiguas, se han encontrado en Paracas, inclusive algunas de ellas pintadas, tal vez para consérvalas un mayor tiempo

Los comienzos de la metalurgia hace unos dos mil quinientos años, permitió al trascendental acontecimiento del uso del cobre  en la fabricación de anzuelos, y el progresivo mejoramiento de técnicas de pesca, necesarias ante la creciente demanda de las especies marinas como alimento principal del hombre. La caza de los lobos marinos se basaba  en dar golpes de  garrote,  extendiéndose  a lo largo del litoral, para aprovechar sus carnes, sus cueros, los huesos, los dientes, las barbas y las grasas, que como aceite se usaba para prender las teas en grandes fiestas nocturnas y encender luminarias.
           
Se considera que recién en los albores de la era cristiana, se inicio la construcción de embarcaciones simples, como la balsa, formada por troncos, balsillas de caña y las balsas de totora o caballitos de totora, que constituyen el inicio de la era de la navegación, demostrando la destreza consumada del hombre y las calidades de las embarcaciones, sencillas, frágiles, extremadamente ligeras, pero eficaces y funcionales.

Desde los primeros tiempos, los pobladores de la Costa tuvieron al mar como su principal fuente de alimento, extendida después a la Sierra, mediante una organizada actividad de transporte. Cuando el Inca deseaba comer pescado fresco del mar, pese a la distancia y los caminos escabrosos, los chasquis realizaban la hazaña de hacer llegar los peces vivos y agitándose. Pero además llegaban a la Sierra pescado soasado, ahumado, secado y salado.

Los caminos que permitían el transporte del pescado y mariscos, y los trueques, eran principalmente: Tumbes a  Loja (Sierra ecuatoriana); Pacatnamú a  Cajamarca; Chanchán  a Cajamarca; Chanchán  a Otusco  y Huamachuco; Nepeña a Callejón de Huaylas, cruzando la Cordillera Negra por Jimbe; Paramonga a Huaylas; Pachacámac a Huarochirí;Pisco a Castrovirreina;etc.

La actividad pesquera iniciada en la antigüedad, paulatinamente se perfeccionó, organizó debidamente y se comercializó  en beneficio de comarcas, regiones y finalmente de todo el Perú, con imaginación, creatividad, coraje y sentido de solidaridad de nuestros increíbles antepasados.